Publicado: 09/05/2018 09:02h. Lecturas: 23696
La fidelidad y la camaradería de las cabañas que participan del espacio son uno de los pilares fundamentales para el creciente y rotundo éxito del sector ganadero de la mega muestra
Allá por 2009, en la localidad cordobesa de Ballesteros comenzó a gestarse un espacio que con el correr de los años dejó de ser una nota de color para convertirse en uno de los más atractivos, resonantes y convocantes de AgroActiva. El sector ganadero de la feria fue forjando una impronta propia en la cual muchas de las cabañas que se presentan todos los años son las responsables del éxito.
La calidad y excelencia en genética de los bovinos, ovinos, porcinos y camélidos fue avanzando a pasos agigantados a tal punto que AgroActiva Ganadera se convirtió en un evento que marca el calendario ferial de los cabañeros.
Dentro de los bovinos hay dos establecimientos que no han faltado ni un solo año. La Conquista, de Lloret, criadores de Angus y Brangus; y Cabaña JB de Caldenes, productores de Angus.
“La primera vez participamos fue en 1998 (Marcos Juárez) donde hicimos una presentación de nuestra Cabaña. Luego, en 2009 cuando debutó el espacio ganadero y Agroactiva logró darle el sentido que tiene la ganadería hoy, no hemos fallado nunca”, contó Patricia Lloret, una de los tres hermanos responsables de La Conquista .
“En aquella época los remates estaban más enfocados a la parte comercial en relación a novillos y ese tipo de hacienda, hacíamos la presentación de nuestro remate anual que es todos los años en agosto. Allí exhibíamos toros de pedigree para que la gente pudiera ver los ejemplares que producíamos. Pero ya hace unos cuantos años que se ha fortalecido la parte comercial en lo que son reproductores y es por eso que siempre participamos con ejemplares destacados de nuestra cabaña”, indicó.
Por su parte, Paulo Prado de la Cabaña JB de Caldenes, aseguró que se preparan como desde hace 10 años con gran expectativa para “seguir colaborando con AgroActiva Ganadera la cual nos ha dado muy buenos resultados desde sus comienzos”
La participación del establecimiento en la mega muestra se impulsó en la necesidad de abrir distintas zonas y llegar con su genética a distintos productores que no se acercaban a la Cabaña por desconocimiento o falta de tiempo.
“Más allá de los negocios, para nosotros es muy lindo participar por la cordialidad que hay con los demás cabañeros y la buena onda que se siente durante todos los días de la exposición”, contó Prado y se esperanzó de que el clima festivo del espacio “se mantenga por muchos años más”.
Las cabañas de ovinos son, también, un eslabón fundamental de la cadena que mantiene unido a todo el sector de la mega muestra. Entre ellas, La Constancia y La Callejera, ambas productoras de Hampshire Down, son dos de las que desde aquella primera experiencia en Ballesteros se han mantenido incondicionalmente.
Roberto Gallo, propietario de La Constancia, establecimiento que se encuentra en Runciman, Santa Fe, destacó que “todos juntos cumplimos años porque la gente de Agroactiva, sin excepción, nos ha tratado como a una familia desde aquella primera exposición en Córdoba”.
Una realidad que está a la vista es que año tras año el espacio se ha ido superando tanto en la parte de la organización como en la calidad de los animales que se exhiben. “Cuando se inició había un poco de incertidumbre sobre si iba a funcionar a no, y el resultado es lo que hoy se ve: un éxito”, sostuvo.
En aquella primera experiencia Gallo viajó junto con Carlos Amato, colega y propietarios de la Cabaña La Callejera. “Recuerdo que fue toda una odisea porque no sabíamos cómo iba a funcionar la exposición, los corrales no eran los de Farmquip como ahora, sino de alambre, y pasamos la noche junto a los animales. Fue muy lindo”, contó.
Por su parte, Amato recordó que recibió un llamado desde la organización para participar de Agroactiva y accedió “sin dudarlo porque siempre quise ser parte de una gran exposición como esta”.
En aquella época se realizaban remates pero, también, se permitía vender a particulares. “Pero se vendió todo en el remate y los animales no alcanzaron; y tuve que hacer un tiempo después un viaje a la zona para entregar animales a clientes que me contactaron luego de la feria. Es por eso que nunca voy a poder quejarme de nada porque desde el comienzo siempre me fue bien”, contó.
Todos los años la calidad de los animales y la infraestructura del espacio fueron mejorando y “esa mejora se nota en la cantidad de contactos y ventas que se realizan durante y luego de cada edición de AgroActiva”, finalizó